La digitalización gubernamental impulsa la adopción de aplicaciones de identidad digital
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El uso de la identidad digital se está volviendo cada vez más importante en muchos países, en parte por las restricciones al contacto interpersonal, pero también gracias al creciente uso de servicios digitales. Como resultado, los expertos creen que para 2025 habrá más de 6.2300 millones de usuarios de aplicaciones de identidad digital.
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En los últimos años muchos gobiernos han tratado de avanzar en la digitalización de los sistemas de identificación, con iniciativas como el DNI electrónico y los certificados digitales. Pero muchas de estas tecnologías se basan en conceptos anticuados y los usuarios demandan métodos más sencillos, que no generen tanta fricción por la complejidad de los mecanismos necesarios para identificarse. Esto está dando alas al desarrollo de aplicaciones destinadas a la identificación de las personas, que en los próximos años ganarán usuarios con gran rapidez.
Según una reciente investigación realizada por Juniper Research, el 2020 habrá poco más de 1.000 millones de usuarios de este tipo de aplicaciones, peor los investigadores esperan que para 2025 la cifra superará los 6.200 millones. Y están convencidas de que las aplicaciones de identidad ciudadana, que almacenan los certificados emitidos por los gobiernos, representarán el 90% de todas las apps instaladas en 2025. Y opinan que el motivo principal de este avance es la necesidad de un sistema de identificación sin contacto por el distanciamiento social.
Para los investigadores, el cambio hacia los servicios digitales que se está produciendo durante la pandemia estimulará un crecimiento de la identidad digital personal de un 467% entre 2020 y 2025, a medida que progresa la integración y verificación de servicios digitales. Y esperan que para 2023 habrá un 41% más de aplicaciones de este tipo en uso que tarjetas físicas de identificación digital. A pesar de que este formato sigue creciendo, las aplicaciones están demostrando ser más fáciles de utilizar por las personas y de escalar por las entidades y organizaciones competentes.
En palabras de Nick Maynard, coautor de la investigación, “las aplicaciones de identidad cívica se han convertido en una forma de impulsar la participación financiera digital, especialmente en las economías emergentes. Después de una pandemia, esta capacidad será crucial para permitir una mayor participación digital”. Por otro lado, este estudio revela que en los próximos años la tecnología Blockchain empezará a formar parte de las tecnologías de identificación digital, y creen que para 2025 las apps de identidad digital de terceros basadas en blockchain representarán el 16% del total.
Aunque también dicen que su papel será reforzar la confianza y la transparencia que deberán transmitir de por sí las diferentes partes interesadas en el uso de aplicaciones de identidad digital. Estas son, sobre todo, las administraciones públicas, los bancos, los proveedores de identidad y los operadores de redes móviles, pero en el futuro podrían incorporarse otras entidades, por ejemplo, los proveedores de pago digital o los grandes minoristas online.